“EN URUGUAY EL PROGRAMA DE LA UP ES EL ÚNICO QUE OFRECE SOLUCIONES REALES, CONCRETAS, POSIBLES A LOS GRANDES PROBLEMAS DE RAÍZ”
Entrevista a Gustavo López, lunes 7 de enero de 2019.

Gustavo López, candidato a la Vicepresidencia por la Unidad Popular, analizó en la mañana de la 36 la situación de los trabajadores uruguayos marcada por una recesión sostenida, con la pérdida de miles de puestos de trabajo, en una industria manufacturera en crisis y la que sobrevive está extranjerizada. Además recordó que “la última ronda de Consejos de Salarios del período, ha terminado con una formidable victoria de las patronales, han logrado imponer condiciones de ajuste, han logrado imponer convenios por debajo de la inflación, han logrado imponer la rebaja salarial, han institucionalizado el ajuste sobre los trabajadores”. También habló de la campaña electoral que se viene para este año 2019 que consideró que será “una campaña electoral donde tenemos que hacer diez veces lo que hicimos antes, donde seamos capaces de convencer a cada compañero de que algo puede aportar”. En términos cuantitativos –indicó- “esta es la  campaña en la que tenemos que llegar al Senado, esta es la campaña en la que tenemos que tener tres o cuatro Diputados, esta es la campaña donde la Unidad Popular tiene que crecer a escala de país en cada pueblo, en cada lugar”. Y “en términos cualitativos esta es la campaña donde la UP tiene que organizar pueblo para luchar, para votar por la UP naturalmente, porque ahí se refleja la experiencia unitaria más importante que ha construido la izquierda en este período histórico”, subrayó. Transcribimos la entrevista que puede volver a escuchar aquí:
https://www.ivoox.com/gustavo-lopez-4-6-2019-audios-mp3_rf_31210885_1.html

 

Diego Martínez: Gustavo López candidato a la Vicepresidencia por la Unidad Popular, integrante del Coordinador Nacional de ese partido político, de la izquierda, del Uruguay.
Bienvenido Gustavo, ¿qué tal?

Gustavo López: Buen día Diego, buen día audiencia. El gusto de inaugurar el 2019 con esta presencia en la radio.

 

DM: Hablábamos hoy con Ángeles, cuando hacíamos el repaso de noticias, del momento para los trabajadores; en Paysandú un trabajador hablando de las deudas que tienen con ellos que se les debe todo el salario vacacional a algunos ya del año pasado, que ya arrancan con atraso, de los cierres de empresas, del aumento de tarifas. Para los trabajadores el 2019 ya viene siendo un año muy complicado.

GL: Si. Para analizar esto en clave de análisis y colocar algún elemento de perspectiva yo diría que la situación general de la economía del país viene estando pautada por nubarrones de crisis, recesión sostenida en los sectores claves de la economía, pérdida de miles de puestos de trabajo en la industria manufacturera -es decir, la industria que agrega valor agregado a la materia prima por tanto pérdida de puestos de trabajo calificado-; un proceso récord de cierre de pequeños establecimientos sobre todo en el sector agropecuario, miles de pequeños productores que abandonan el campo. La industria que incorpora cadena productiva, -me refiero a la industria cárnica, a la industria del cuero, la industria vinculada al sector textil- está o en crisis o lo que sobrevive absolutamente extranjerizada con mucha frecuencia.
Nosotros hacemos referencia del proceso de extranjerización de la tierra que es un proceso muy preocupante, pero no así al proceso de extranjerización de la industria que es igualmente preocupante. No se sostiene la industria nacional cercada por la inversión extranjera, particularmente por las multinacionales, y cercada por una estructura tributaria marcadamente injusta, que compromete también el desarrollo de estos pequeños productores y pequeños comerciantes.
Pero colocando la mirada en lo que nos interesa particularmente en el mundo del trabajo, en los trabajadores, acaba de finalizar la última ronda de los Consejos de Salarios de este período, la más grande, la más abarcativa en cuanto a número de trabajadores que negociaron allí su salario y sus condiciones de trabajo. Y la verdad que esta ronda ha terminado con una formidable victoria de las patronales sobre el trabajo. Han logrado imponer condiciones de ajustes, han logrado imponer convenios salariales por debajo de la inflación. Es decir, han logrado imponer en los hechos amplios sectores de la clase trabajadora una rebaja salarial, han descargado el peso del ajuste a partir también de los Consejos de Salarios, han institucionalizado el ajuste sobre los trabajadores.
Hace 48 horas atrás, aquí mismo, el contador Luis Freda -con una solvencia técnica que yo no poseo y con una capacidad de traslación didáctica extraordinaria- hizo un desarrollo que a mí me parece recomendable para la audiencia. Rubro por rubro Freda fue demostrando en qué condiciones negociaron los  trabajadores y cuál fue el resultado de estos Consejos de Salarios. Salarios de 500 pesos en la mano, trabajadores calificados de industrias dinámicas en la vida del país. Ajustes salariales –insisto- por debajo de la inflación o en lindera de la inflación.
Alguien puede decir que el contador Luis Freda es un técnico, un intelectual vinculado a la Unidad Popular entonces por tanto también podría sugerirse que su orientación está en el sentido de validar nuestro punto de vista político. Ahora, veamos otras indicaciones.
La Universidad Católica -organismo insospechada de cualquier relación con la Unidad Popular- en su informe de Relaciones Laborales publicado hace quince días atrás establece que en esta última ronda de Consejos de Salarios casi ningún grupo de actividad recibió aumento real de salario. Eso lo dice la Universidad Católica estudiando cada uno de los grupos que laudaron sus salarios, sus condiciones de trabajo, en la última ronda.
Y concluye casi de forma lapidaria, que casi ningún sector de actividad va a tener recuperación económica en estos Consejos de Salarios.
En este marco general, los sectores que hegemonizan la conducción del movimiento obrero -me refiero al Secretario Ejecutivo del Pit-Cnt sobre todo y a sus máximas figuras- Fernando Pereira salió a decir hace dos días atrás en un medio masivo de comunicación que esta ronda de Consejos de Salarios supuso “un empate” para los trabajadores; cosa increíble porque no puede haber empate en las relaciones entre las clases y mucho menos entre el empleador y el empleado, entre asalariado y dueño del medio de producción.
Además de eso esto no ha sido ningún empate. Porque ese trabajador que gana 500 pesos por día y que terminó de brindar el 31 de diciembre con su familia y se enteró que el mes que viene iba a tener un tarifazo en las tarifas públicas y que iba a pagar lo mismo y en algunos casos más -porque el modo en que el gobierno calcula la inflación lo hemos conversado aquí, en múltiples de actividades no contempla con precisión qué significa la inflación para quien vive con un salario fijo-, que en realidad el grueso lo gasta en comida, en productos de higiene, etc., no tiene capacidad especulativa, no tiene capacidad de ahorro, no tiene capacidad de elegir dónde comprar, en general todo lo que hace se lo gasta comiendo, pagando los servicios, vistiéndose, resolviendo los problemas de la higiene personal y del hogar. Ahí se le va el grueso de sus salario cuando le alcanza en general termina el mes endeudado por la vía de la tarjeta, etc., a veces simplemente para hacer el surtido de la última semana.
A esos sectores ahogados por esa inflación está ronda de Consejos de Salarios no sólo no supuso un empate, supuso como decíamos una derrota a manos de las patronales y el gobierno.
Otro elemento a destacar que nos parece de todo punto de vista significativo, es la complicidad, la anuencia con que el gobierno permite que ciertos sectores de las patronales avancen sobre los trabajadores.
Fíjate que se estableció como criterio de negociación tres grandes grupos empresariales, los que estaban en problemas, los intermedios y los dinámicos.
En el sector intermedio, es decir el que no es dinámico pero tampoco está en problemas, estaban los supermercados. Los supermercados que son las grandes superficies propiedad de cadenas transnacionales, de capitales multimillonarios en dólares que recorren el mundo. Esos sectores en Uruguay que además todo el mundo sabe el dinamismo, alcanza con pararse en la puerta para ver el volumen de dinero de mercancía etc., etc. que manejan a diario. Ese es el sector calificado como un sector en problemas, intermedio; y se le hizo un conjunto de concesiones que determinaron que los trabajadores firmaran un convenio de salario por debajo de la inflación. Es decir que pierdan poder de compra, es decir que compren menos cosas con el mismo salario, es decir que sean más pobres mes a mes.
Esa fue la conclusión para miles de trabajadores del supermercadismo.
Capítulo aparte merecería de la parte que hicieron las direcciones sindicales o cómo participaron los trabajadores en ese proceso de negociación.
Lo cierto es que ese sector del supermercadismo mantiene al trabajador en condiciones propias del siglo XIX con salarios de infra consumo y hambre, en niveles de explotación increíbles, extraordinarios, con la complicidad, la anuencia, la intolerancia del gobierno que una vez más juega a favor de los intereses del gran capital.
Para concluir este razonamiento.
Un modo muy útil de entender a quién favorece en términos de clase la política económica de un gobierno es estudiar la política tributaria; es decir, a quién le cobra dinero y a quien no le cobra, de quien recauda y de quien deja de recaudar, a quién exonera y a quién grava.
Este es un ejercicio muy elemental pero muy útil para entender a quién favorece.
Si hacemos ese ejercicio, tomando los datos oficiales ¿qué vamos a concluir? Que siete de cada diez pesos que entra en este gobierno, al Estado, a este Estado entran por la vía de sacárselo de los bolsillos de los trabajadores.
Cuando uno estudia la estructura tributaria se da cuenta de forma meridianamente clara a quién favorece y a quién perjudica la política económica del gobierno conducida por Astori y el equipo económico.

 

DM: Es muy interesante esto que hablabas de las pautas que marca el gobierno, que no las marca ni siquiera para sí mismo a la hora de aumentar las tarifas  el gobierno pone la inflación como la cuestión, dice; aumentamos 7.8% la OSE porque la inflación estaba en esa línea, ahora para los trabajadores marcó 6.5%, 7%, 7.5%.

GL: Conviene recordar además que en el curso de todo este período de gobierno -antes también pero sobre todo en el último período gobierno- no hubo una sola estimación inflacionaria de Astori acertada. Todas fueron equivocadas. Parece sensato no creerle a quien se equivoca siempre. Astori se ha equivocado siempre en los cálculos inflacionarios y vos lo decías con mucha claridad, para fijar los salarios des indexados, es decir, fijamos el salario  no acoplado al crecimiento inflacionario o en el mejor de los casos en la lindera, en el límite de la inflación. Ahora, para fijar los aumentos en las tarifas públicas ahí si establecemos el otro criterio.

 

DM: Quedó pendiente Gustavo agregarle un elemento sustancial: el tema de las tarifas. Por un lado Consejos de Salarios que cierran a la baja en la gran mayoría de los casos, por debajo de la inflación y en otro lado lo que significa las tarifas que casi cerraron los Consejos de Salarios para que no haya ninguna posibilidad de revisión y después anunciaron el aumento de tarifas y hoy se conoció la del taxi, tenemos la del ómnibus.

GL: Es que acá hay un efecto cadena, aumentan las tarifas públicas y se da este efecto dominó cuyo drenaje llega hasta el puesto de verduras de la esquina. Es decir, aumentan el conjunto de cosas a partir de estos aumentos bases.
¿Qué hace el gobierno con esto?
Una forma encubierta es el ajuste fiscal. Es decir intenta, una vez más, bajar el déficit fiscal, a partir de descargar el peso sobre el conjunto de la población y particularmente sobre la población más vulnerable la que viven los ingresos fijos.
¿Cómo fijan las tarifas? ¿Cómo debería un gobierno popular fijar las tarifas? En función del costo de producción, tanto me cuesta producir, tanto valen, sobre todo las tarifas públicas elementales la  que construyen derechos humanos el tener luz, agua, etc., saneamiento. No. Las fija con un criterio comercial, la fija con criterio de reducir el peso del déficit fiscal. Déficit fiscal que en esta discusión que muchas veces se da no lo generan los trabajadores.
Muchas veces uno escucha incluso a gente del campo popular decir que el Estado es muy caro, hay que bajar el costo del Estado, claro, hay que bajar el costo del Estado si, por ejemplo no pagando la Deuda Externa. Ahí es donde se va el grueso de la plata del Estado, no en otro lado o dejando de exonerar al gran capital de cifras extraordinarias.
¿Las tarifas públicas qué significan para un trabajador? Significa una porción importante de su salario que se va en mantener algo de lo cual no puede prescindir, porque de la luz no puede prescindir, su subió la carne el trabajador tratará de encontrar un  corte más barato, podrá estirar el guiso, resolver. Lo que no puede resolver es vivir sin luz,  sin agua, sin gas. Cuando se acaba la garrafa hay que pedirla inmediatamente porque sino no cocinan para la familia.
Este ajuste es un mazazo para los salarios.
¿Y qué significan también las tarifas públicas y los servicios que el estado genera en términos de debate económico clásico? Son un salario indirecto. Es decir, tú tienes tu salario que ganas por trabajar y luego tenes un salario indirecto que se el conjunto de servicios que el Estado te brinda sobre todo los que te brinda sin pagar la salud, la educación, etc.
Si yo empeoro la salud, la educación, reduzco el gasto social en estas áreas y al mismo tiempo aumento las tarifas yo te estoy golpeando por dos lados, te estoy golpeando tu salario directo que aumenta por debajo de la inflación y te estoy golpeando tu salario indirecto en los servicios que el Estado te ofrece que son  cada vez peor, esperas más para recibir un médico, en la educación tenes problemas, etc.

 

DM: Que además se supone que pagas los impuestos -cuando vas al supermercado, al almacén o donde sea- para recibir esos servicios para el que Estado tenga dinero para costearlos.

GL: Exactamente. Sobre todo impuestos que son indiscriminados porque paga más el trabajador porque el resto puede evadir de alguna manera, por ejemplo el IVA es un impuesto tremendamente injusto que lo paga todo el mundo igual, sobre todo los trabajadores cada vez que va al almacén.
Luego en esto de la estructura tributaria y el modo que el Estado recauda dinero aparece también otro ejemplo y es como en la batalla cultural cómo se ha instalado una lógica de resignación en ciertas cosas en buena parte de los trabajadores.
Sube el boleto en cualquier lugar del mundo y hay una movilización  popular porque el boleto es un posibilitador no solamente porque sale más caro viajar en ómnibus, no, es un posibilitador de la vida social, el boleto para los sectores sociales es como el agua, uno va a trabajar, a estudiar, a atender su salud, para cualquier actividad de su vida social, lo que sea necesita transportarse, salir de su casa y tomar un ómnibus.
Aquí sube el boleto a partir de explicaciones absurdas porque baja el número de boletos vendidos, y baja por dos razones; porque hay un importante sector de la población que ya no puede tomar ómnibus porque esta sin empleo y otra porque hay un importante sector de la población que por la vía del crédito ha optado por el transporte particular la motito, el auto chino, etc.; entre otras cosas por el carácter deficitario del transporte público.
Acá pasa lo contrario de lo que pasa en algunos lugares de Europa que la gente deja el auto para tomarse el tren, porque es eficiente, porque es de calidad.
Lo que pasa en Uruguay es que ninguno de nosotros dejaría la moto, el auto en su casa para tomarse un ómnibus si a las diez de la noche no puede volver a su casa, si el transporte es una odisea, si tiene que viajar colgado, si además tiene que pagar cien pesos para tomar dos ómnibus.
El otro día lo explicaba con una increíble función didáctica Freda acá cuando decía que el aumento de los sectores por ejemplo en el Consejo de Salarios de los metalúrgicos o de los frigoríficos es el equivalente a un par de boletos en el día ese fue el aumento de salario que tuvieron.
En los supermercados le ofrecieron un aumento de un dígito, le decían cinco pesos en la antigüedad, diez pesos sectores para el gobierno son sectores intermedios que están en dificultades, ¿qué queda para la vida de los trabajadores, cómo se ha bajado tanto el umbral de resistencia que la gente puede tolerar?
Si uno busca -ahora que hay posibilidades de hacerlo por la vía informática- movilizaciones en la década del ’60, del ’70 va a haber decenas de miles de personas en la calle para que baje el boleto, por el boleto estudiantil.
Acá hubo un plebiscito del vintén para que no subieran un vintén el boleto, ahora lo asumimos con tanta naturalidad.

 

María de los Ángeles Balparda: Como que no hay otra, es lo que te tocó, esa es la filosofía, que ‘te tocó’, no hay una actitud de partir de que tengo este derecho pero lo que tengo que hacer espetar.
Hay un retroceso hoy lo decíamos temprano de un pasajero que se la agarró con la guarda porque le dijo que el boleto había aumentado miles de ejemplos que tenes por día. Es un retroceso y hay responsables de eso.

GL: Si. Yo creo que cuando uno analiza la subjetividad de los sectores populares, por decirlo de alguna manera, de la clase trabajadora en particular yo advierto lo siguiente: una clase trabajadora fragmentado organizativamente, es cierto que ha subido el número de la afiliación pero también es cierto que no hay una orientación general para la clase. Entonces fragmentado organizativamente, diezmada materialmente, -la gente llega como puede a fin de mes, hace lo que puede para sobrevivir, se endeuda- y debilitada culturalmente. Eso también hay que decirlo.
Esta debilitada culturalmente, ya no se plantea un proyecto propio, ya a veces se encuentra con dificultades, se promueve una serie de valores y de cosas que yo creo que es un tema complicado pero que nosotros tenemos que abordar eso, cómo volver a levantar esa cultura del mundo del trabajo, una cultura propia.

 

MAB: Es como traducir de qué estás hablando cuando hablas de conciencia de clase, porque puede pasar que vos seas super afiliado hablando de la conciencia de clase pero en la práctica no la tenes. Capaz que hay que traducir, las nuevas generaciones no tuvieron la chance de otras anteriores donde el sindicalismo era fuerte y te iba a buscar a la puerta de la fábrica para que pelearas no para que esperaras y tuvieras paciencia.

GL: Ahora tienen un movimiento sindical que nos hacen firmas por debajo de la inflación para que pierdan salario al mes siguiente y le dicen que avanzamos porque tenemos una clausula que nos da beneficios en la óptica como que ese fuera el rol de los trabajadores. O se plantea una falsa dicotomía donde si queres conservar el trabajo no hables de salario, cuando trabajo y salario son un todo indivisible. Yo trabajo por mi salario.

 

MAB: Entrevistamos a un trabajador de Paysandú y decía que hay gente que no puede trabajar por esa plata, lo que pasa es que de algo tenes que vivir, nos contaba que tuvo que pedirle mil pesos al almacenero para comprar algo el 24.
A mí me pareció que estaba razonando en voz alta. Como diciendo que  yo con lo que estoy haciendo con esto de hablar capaz que me quedo sin trabajo. Es muy duro.

GL: “La gente que solo tiene -como decía Tabaré Echeverry- dos manos y un corazón puede trabajar por lo que sea hasta por especie” porque esas son las condiciones que tiene y en esas condiciones tiene que resolver su vida.
Yo me acuerdo de un periodista del interior cuando discutíamos el Plan Nacional de Vivienda Popular cómo es eso que ustedes proponen que se pague el 10% del ingreso bruto, usted no me dijo recién que una cajera de un supermercado ganaba 16 mil pesos en la mano y entonces va a pagar 1600 de cuota, le dije que sí que había hecho bien la cuenta el hombre. Y me dijo, eso es un absurdo, es muy poco.
Sabe por qué –le dije- a usted le parece muy poco 1600 pesos porque usted nunca vivió con 16 mil pesos. Porque quien vive con 16 mil pesos sabe lo que significa 1600 pesos en 16 mil pesos; es muchísimo dinero puesto en la olla, es muchísimo dinero puesto en la feria, puesto en la tienda de segunda manos donde va a comprar la ropa, es muchísimo dinero.
Frente a esa realidad uno se puede sorprender cómo la gente trabaja en estas condiciones y cómo acepta; y es porque es lo que tiene. Porque en todo caso corresponde a las organizaciones populares, al movimiento sindical, a los partidos políticos de izquierda, generar las condiciones para que ese trabajador sea consciente que ese no es su destino. En todo caso su destino es emanciparse de esa realidad y construir una vida digna, una vida diferente donde el fruto del trabajo social vaya a parar al colectivo social y no a manos privadas.

 

MAB: Es muy difícil además cuando hablas de estos temas que antes si la gente sabía y ahora no sabe, como que antes nacía luchadora en la cuna y ahora nacen todos entregados. Nada de eso es espontaneo.

GL: No decimos que el pasado era maravilloso, al contrario, el pasado fue de lucha, condiciones durísima para los trabajadores.
También es cierto que el año que culminó mostró importantes niveles de lucha. Estamos discutiendo otra cosa, quién conduce, cuál es la orientación y luego como se siembra porque no cualquier semilla crece en cualquier tierra, tiene que haber condiciones concretas históricas, sociales, determinas.
Yo le decía el otro día a un compañero que las revoluciones no se hacen porque los revolucionarios las deseemos sino ya hubiésemos superado el hambre y la injusticia en el mundo, se hacen a partir de condiciones históricas, sociales y de fuerzas sociales que intervienen sobre esa condición.
Si yo formo al movimiento sindical en la perspectiva de la negociación eterna, si lo formo diciendo que si queres trabajo no pelees por salario, si lo formo diciendo que las tercerizaciones ya están, déjalas quietas ahí que por la misma tarea tenemos salario destino. Si lo formo para eso entonces yo estoy sembrando esto. Ahora, si yo formara a esos trabajadores diciéndole ustedes mueven el mundo, el mundo tiene que ser de nosotros, nosotros podemos prescindir de la inversión extranjera; sin vos el patrón no vive cinco minutos. Nosotros podríamos trabajar más, mejor y más felices en otra relación social que no sea la de la explotación si yo formo en eso seguramente la cosecha sea distinta.
Yo escuché aquí mismo el dolor en que algunos trabajadores del supermercado referían a ese proceso que lucharon, a veces con valentía trancaron los supermercados, hicieron cosas que nunca se habían hecho para terminar en qué, en un dirección que les hizo firmar un acuerdo vergonzoso, alguien me dijo si no era así la derrota era mucho peor. Yo recordaba algo que dijo (Carlos) Marx en ocasión de la Comuna de Paris de la primera experiencia del gobierno obrero que duró 70 días que dijo “Es preferible una derrota con lucha que una claudicación sin lucha”, porque enseña mucho más.
Veámoslo en términos futbolero lo peor que te puede pasar es retirarte de la cancha es preferible perder cinco a cero luchando, peleándola, diciendo yo jugué el partido, yo fui por lo mío, así juegue contra Messi.
Hice todo lo que tenía que hacer, capaz que perdí cinco a cero porque jugué mal, porque las condiciones no eran propicias, o mismo porque el rival era lo suficientemente fuerte como para no dejarme pasar de la mitad de la cancha ahora, yo no puedo claudicar sin luchar.
Y acá se ha claudicado sin luchar.
La complicidad de gobierno ya lo hemos señalado en esto es terrible. Permitir que estas cosas se den es terrible.
Al mismo tiempo ahí está la contradicción, al mismo tiempo que se permite que las patronales hagan lo que quieran y avancen las patronales impongan el ajuste a los trabajadores, descarguen el peso de la crisis sobre los trabajadores, echen miles de trabajadores de la industria; al mismo tiempo se protege, se mima, se les permite a la inversión extranjera que invierta lo que sea, se revisan las licitaciones, en fin, se le hace el tren desde la puerta de la fábrica a la puerta del barco cuando UPM lo quiere. Por suerte hay ya movimiento de resistencia popular para estas cosas.

 

MAB: Un oyente, Yamandú, dice para Gustavo: “Si la gestión empresarial no deriva urgente a la autogestión cooperativa, microempresas, contratadas, controladas a rajatabla y financiadas por el Estado y este controlados por probos sociales incorruptos todo seguirá igual. La democracia debe ser ejercida lo más participativa posible para que la gestión estatal sea fiscalizada popularmente a no más por semestre. Los ministros regirán cuentas al legislador y este a tribunal popular. Aún así la corrupción al ser tan dinámica deberá ser fiscalizada por inspectores a cargos anuales como máximo al servicio de un ministerio que se ocupe de cumplir con el programa”.

GL: Me parece un conjunto de ideas interesantes.
En general cuando pienso en la autogestión, en el sistema cooperativo pongo cierto reparo respecto a en qué marco de relaciones sociales generales se da eso porque ¿qué ha ocurrido en este país? áreas claves de la producción abandonadas por las clases dominantes en función de otro tipo de negocios. Pensemos en el vidrio por ejemplo, van a parar a manos de los trabajadores donde luego no se le ofrece los mecanismos que permitan sostener, la sustentabilidad de esa actividad, entonces los dejan como nichos de mercado condenando a los trabajadores a fundirse.
En el transporte esto ha sido muy claro hay un monopolio del 65% del transporte Montevideano, el 80% de las líneas más rentables y luego hay un 20% que se las damos a las cooperativas para que se arreglen como puedan que en general viven  endeudados, fundiéndose, con tremendas dificultades entonces ¿los trabajadores pueden gestionar las empresas?
Desde luego. Ahora, con un Estado al servicio a los trabajadores, con un Estado que asegure la compra de su producción, un Estado que no solamente fiscalice, controle la probidad en la administración sino que además coloque dinamismo en eso, pensemos entonces en la industria frigorífica cómo esa industria no puede estar en manos del Estado, pensemos, insisto con un ejemplo que me parece muy simple pero es muy ilustrativo. Si uno piensa qué es Uruguay como país, qué justifica la existencia del Uruguay como país pienso tres cosas; la tierra, las vacas  y el puerto.
La tierra en manos extranjeras, las vacas en manos de la mitad de la industria extranjera y el puerto convertido en Zona Franca.
¿Cuál es el espacio que le dejan a los trabajadores para gestionar qué? Aquel emprendimiento que cerró...
Si yo libero las importaciones de cerámicas del exterior y luego qué le doy a la gente de Empalme y Olmos. ¿A qué los estoy condenando?
No pueden producir en términos de escala, de costo no pueden producir con los chinos, no pueden competir, entonces lo que yo necesito es proteger ese tipo de industria si efectivamente entiendo que es una industria estratégica, que dinamiza una zona o que genera miles de puestos de trabajo entonces la debo proteger. Sino lo que hago es que la entrego a la buena de Dios.

 

DM: O por lo menos el Estado comprarle a esos trabajadores aunque deje liberado mínimamente darle un impulso; como la empresa de CABA la empresa de ANCAP que cerró y era la que tenía el monopolio de la alcohol en gel en los hospitales, si por lo menos se hubiesen quedado con eso.

GL: En el Uruguay hay más o menos medio millón de escolares, de promedio un escolar usa dos túnicas al año. Ahí tenemos un millón de túnicas, ¿cuánta mano de obra, cuántos miles de trabajadores necesitamos para hacer un millón de túnicas?
Y vas a comprar una túnica y son chinas.
¿No había un mercado concreto ahí?

 

MAB: Y le agregas las  túnicas de los maestros, directores, enfermeros.

GL: Tenés millones de túnicas y millones para producir por año con un  mercado asegurado y con una tarea además que no precisa alta calificación, rápidamente en un taller en cuestión de semanas se califican la mano de obra para eso.
Ahí tenemos un ejemplo concreto como un Estado proactivo a favor del trabajo de la gente podría resolver esas cosas.

 

MAB: Eso es política económica.

GL: Claramente, eso es política económica.

 

MAB: Ahora si ya entramos en el año electoral. Hoy veíamos una agencia internacional que habla de las seis elecciones que va a haber este año en América Latina y una es la de Uruguay que es la que se presenta  como la tranquila, acá no hay grandes problemas, te hablan de El Salvador, de Panamá, etc. pero en Uruguay ya se sabe que va a ser tranquila, y no parece tranquila la elección.

GL: No, por el contrario, parece la elección más compleja en los últimos quince años, sobre todo a juzgar hoy por todos los sondeos de opinión todavía hay incertidumbre a quien pueda ganar, parecería que la fuerza que hoy gobierno  tiene serias posibilidades de perder, de no reeditar el cuarto gobierno. El partido que gobierna se muestra en una crisis inocultable, crisis interna en disputa por los lugares, multiplicidad de candidaturas, perfilismo de todo tipo, candidatos para los técnicos, candidatos para los trabajadores, candidatos para los financistas, un menú de oferta en procura de captar a un electorado descontento.
Una oposición de derecha que ofrece más o peor de lo mismo no hay por ahí ninguna alternativa.
Y una Unidad Popular que está en el período electoral más importante en la vida de Unidad Popular. Si el primero nos permitió salvar la historia de la izquierda, su programa, su tradición; si el segundo nos permitió poner la voz del pueblo en el Parlamento. Este  tercero nos tiene que permitir un avance increíble, increíble en términos cuantitativos y organizativos.
En términos cuantitativos esta es la  campaña en la que tenemos que llegar al Senado, esta es la campaña en la que tenemos que tener tres o cuatro Diputados, esta es la campaña donde la UP tiene que crecer a escala de país en cada pueblo, en cada lugar.
En término cualitativos esta es la campaña donde la UP tiene que organizar pueblo para luchar, para votar por la UP naturalmente porque ahí se refleja la experiencia unitaria más importante que ha construido la izquierda en este período histórico.
Esto puede parece rimbombante pero esta es la verdad.
En los últimos diez años las experiencias unitarias de la izquierda uruguaya que se sostiene, que crece, que se consolida es la UP con sus deficiencias, con sus limitaciones.

 

MAB: Lo están reconociendo por primera vez.

GL: Esta es la verdad.
Esta experiencia de agrupamiento de la izquierda que es la Unidad Popular se tiene que consolidar para crecer en el parlamento, para organizar pueblo para luchar. Sobre todo eso.
En ese sentido creo que lo que se haga este año en términos de campaña electoral es determinante.
Yo no me imagino una campaña electoral parecida a la anterior, me imagino una campaña electoral donde tenemos que hacer diez veces lo que hicimos antes. Me imagino una campaña electoral donde tenemos que ser capaces de convencer a cada compañero de que algo puede aportar.
Una campaña electoral donde de la mañana a la noche los que estamos más involucrados en esto estemos mirando la realidad críticamente y diciendo qué más podemos hacer para que crezca este proyecto.
Me acuerdo cuando el 26 de  Marzo hizo el año pasado una actividad que se denominó ‘el Zafarrancho’ alguien decía acá hacer algo más de lo que hacemos todos los días. Creo que esa es una orientación clara para la campaña de la UP, es decir, hacer algo más de lo que hacemos todos los días en procura del cumplimiento de este objetivo.
Después creo que esta campaña nos va a colocar frente a una interpelación programática ¿Qué hay que decirle a la gente?
Porque en  última instancia uno le ofrece un programa a cambio de su voto.
Hay que decirle a la gente que el programa del FA es el que conoces, el  programa de los partidos tradicionales es el que conoces y el programa de la UP es a nuestro juicio el único programa que ofrece soluciones reales, concretas, posibles a los grandes problemas de raíz, a los problemas que siguen sin resolverse, a los problemas del trabajo, de la vivienda, de la relación del hombre con la tierra, a los problemas de la industria, a los problemas de la seguridad porque yo estoy advirtiendo que esta campaña va a ser una campaña poblada de demagogia.
Este problema de la violencia social, de los crecientes problemas de la violencia social ahí lo vemos en tolerancia cero, firmas para la militarización, ese va a ser el discurso dominante de la campaña.
Nosotros tenemos que tener una respuesta bien clara frente a esas cosas, nosotros tenemos que seguir insistiendo aunque parezca descolgado porque así lo sentimos: el único antídoto contra la violencia social es el binomio estudio-trabajo. Las dos cosas juntas. Estudio y trabajo eso es lo que resuelve los problemas de la violencia y no hay un solo ejemplo a escala planetaria que se nos pueda exhibir; ni siquiera el de Giuliani en Nueva York que por la vía de la represión la violencia se resuelva. No.
Esto quiere decir que no hay que reprimir. No. Obviamente que hay que reprimir y a veces hay que reprimir severamente el tema es qué reprimir, cómo reprimir y qué condición generar para que el delito no se reproduzca.
En Uruguay desde 2015  a la fecha  hay un solo caso, un solo procesamiento por lavado de activos, ¿quiere decir que en Uruguay no se lava plata? No. Quiere decir que no se procesa a los que lavan plata y sin embargo hay decenas de miles de procesamiento por rapiñas, por hurto, por delitos que cometen los pobres en un marco de descomposición general en donde hay zonas enteras del departamento de Montevideo en donde la ausencia de trabajo, en donde la ausencia de perspectivas de trabajo, culturales, la ausencia de vínculos familiares, en ausencia en organización popular lo que crece es el narcotráfico. Esto es cierto, pasa en los barrios, hay grupos organizados, hay gente que trabaja de eso.
Ahí hay que combinar la represión naturalmente porque nosotros no estamos para decir la injusticia lo explica todo. No. Hay estructuras criminales que hay que desmantelar y desmantelar severamente sin ningún tipo de miramiento.
Ahora, si no cambiamos las condiciones materiales de asistencia desde la infancia.
Uruguay tiene 840 mil niños, niñas y adolescentes, 137 mil niños de ellos están por debajo de la línea de pobreza.
 Cuando yo digo esto estamos diciendo que si se generan las condiciones a partir de esta política económica para que haya 137 mil niños, niñas y adolescentes pobres, por debajo de la línea de pobreza, se generan las condiciones para que ahí se cultive la violencia, el narcotráfico, otra forma de ganarse la vida que no sean las que habitualmente socialmente aceptamos.
Ese es un problema de fondo.
¿Y cuáles son las sociedades más violentas?
Son las sociedades más desiguales, siempre.
Y América Latina  es el continente más desigual del mundo.
Y lo vamos a arreglar Bolsonarizando la sociedad y diciendo lo que escuchamos el otro día en la asunción de este hombre que parece que viene a retroceder el reloj de la historia con un discurso teocrático, militarista, xenófobo, una cosa increíble, hoy ese hombre está frente de Brasil y Donald Trump le manda un Twitter diciendo: “EEUU está contento”, claro, no va  a estar contento si ha encontrado su aliado más fiel, más noble en la región.

 

MAB: Dijiste que la campaña no puede ser como la anterior. Ahora, lo principal que necesita esta campaña es que se activen más compañeros, que cada uno no se ponga a hacer diez actos en esquinas de La Teja, quiere decir ir a la  casa de diez compañeros, de diez vecinos a hablar y convencerlos.

GL: Claro. Sobre todo por qué tipo de campaña se corresponde con nuestro programa y con nuestra concepción de la política porque nosotros hacemos la campaña que hacemos por los recursos que tenemos pero también porque elegimos de esta manera hacer la campaña, podríamos elegir otras. Quiero decir para ser más claros, algunos van a tener más votos en función de la cantidad de dinero que pongan en la campaña, otros  vamos a  tener más votos en relación a la cantidad de organización que pongamos en la campaña. Ese es el esquema, nosotros vamos a tener más éxito cuanto más información coloquemos al servicio de las ideas.
Cuando decimos más organización decimos lo que acabas de decir, no estamos diciendo que cada uno a partir de mañana tenga que hacer un acto en cada esquina arriba de un cajón. Estamos diciendo que lo que tenemos que hacer a partir de mañana o de hoy mismo es decir yo me quiero vincular a la Unidad Popular, yo no puedo ser un protagonista o simplemente un votante porque les asiste la razón sino que tengo que jugar un papel en enamorar a otro con esta idea. Es decir, súmate con nosotros a esta perspectiva.
Esto no es agitarnos entre nosotros, esto es reconocer una realidad, nosotros tenemos la necesidad de la gente y precisamos juntarnos con más gente porque los precisamos a todos y los precisamos a todos para cumplir el objetivo que nos trazamos, que no es un objetivo fácil, pero es un objetivo posible tanto este compromiso se establezca.
¿Qué compromiso le estamos pidiendo a los compañeros?
El que cada uno esté dispuesto a dar.
Partir de una premisa, discúlpenme el ejemplo, pero en la militancia, en la lucha organizada sucede como con el dulce de leche después de la primera cucharada queres otra, otra y otra. Acá es más o menos así.
El individuo que se vincule al modo que nosotros construimos la izquierda, que lo haga sanamente, que lo haga atrás de ideas justas, del cumplimiento de lo que nosotros planteamos seguramente comience arrimándose a una agrupación, militando en función de sus tarde libres y luego con el correr del tiempo él mismo se va a exigir más compromiso porque va a querer más, porque nos va a conocer más, porque se va a dar cuenta que él puede ser el trasformador de la vida, porque se va a dar cuenta también que la militancia no es una cuestión defensiva contra el sistema, es también un momento en donde nosotros prefiguramos los valores de la sociedad que queremos  construir, también militando va a vivir mucho mejor.

 

MAB: Exactamente.
Hay mensajes de la audiencia.
Patricia dice: “Gustavo te hacía de vacaciones, una alegría siempre escucharte aunque no haya cosas lindas que decir, pero tu claridad de análisis es siempre imponente. Te quiero en el Parlamento. Besos a Manuel que te está acompañando, los vi en el canal de Youtube”.   
Ángel de Paso Carrasco dice: “Buen día, Feliz 2019. En 1988 en CUTCSA tuvimos el conflicto con respaldo de asambleas con 2000 obreros proponiendo medidas para salvar el trabajo peor ahí fue el primer paso de (Víctor) Rossi y el gobierno de (Julio María) Sanguinetti comenzaron a destrozar las luchas sindicales. 33 días de un glorioso periodo de lucha con el respaldo de base muy fuerte con la frente en alto siempre”, dice Ángel obviamente un trabajador.

GL: Aquella memorable huelga de los trabajadores de CUTCSA que terminó como ahí se relata en que luego se entregó la media hora en el transporte, luego se habilitó el guarda conductor de forma generalizada y hoy las condiciones son las que hoy se ven.
Yo quiero decir dos cosas; la primera agradecer pero cómo decirlo para que se entienda y yo lo quiero decir aquí una vez sola.
Nosotros no armamos las listas por mail, lo digo con todo corazón, lo otro que les quiero decir que confíen en lo organizado que vamos a encontrar el lugar para cada uno. Nosotros no somos una organización de hinchas, somos una organización que confía en lo organizado. Y si alguna desconfianza aparece vean la historia, si acá ha pasado con los compañeros que han estado hoy en el Parlamento, han tenido un desarrollo increíble, han hecho lo que tenían que hacer, vamos por ahí, vamos a confiar en eso, vamos a desarrollar eso, ahí están los compañeros que hicieron lo que tenían que hacer y nosotros estamos en donde se entiende que debemos estar.

 

MAB: Valorizar lo que está por fuera del Parlamento.

GL: Estamos locos de la vida dónde estamos y ojalá tengamos mayor condiciones para eso. Digo porque se empieza a hacer una cadena y saben que son compañeros que lo hacen de corazón, lo hacen muy bien y hay tiempo para esa discusión.

 

MAB: Muchas gracias por haber venido.

GL: Gracias a ustedes.