“LULA NOS ENGAÑÓ Y BOLSONARO TAMBIÉN, POR ESO LA GENTE SALE A LAS CALLES”
Plínio de Arruda Sampaio Jr. desde Brasil, 11 de junio de 2020.

“El problema es que el desempleo golpea de manera durísima, el problema del hambre ya está en las favelas, cuando uno conversa con la gente que está ahí te dicen, no es que el hambre va a llegar, el hambre ya está. Entonces, esto moviliza a la gente y hay una decepción muy grande con Bolsonaro en las capas populares, equivalente a la decepción que tuvieron con Lula. Entonces, en realidad incluso los asocian, Lula nos engañó y Bolsonaro también. Esto es lo que explica por qué ellos van a las calles. Pero que sin duda no es una solución y que falta una organización política mayor, más madura, no hay duda alguna”, dijo el corresponsal de CX36 desde Brasil, el economista y analista político Plinio de Arruda Sampaio Jr. Transcribimos esta nota que usted puede escuchar aquí:
https://archive.org/details/2020-06-11-plinio-de-arruda-sampaio-jr-brasil

 

Diego Martínez: Estamos con Plínio de Arruda Sampaio Jr., nuestro corresponsal de San Pablo, Brasil con quien hablamos todos los jueves.
Plínio, Ángeles planteaba recién un escenario muy cambiante que es bastante convulsionado el de la política de Brasil, con mucho movimiento. ¿Cuál sería una foto de este momento político de Brasil, qué debería poner arriba de ese fotograma?

María de los Ángeles Balparda: Mira Diego, primero saludo a todos los oyentes de Radio Centenario, siempre un gusto, una buena conversación que se tiene en Radio Centenario.
Mira, yo creo que la foto de la semana es distinta de la foto de la semana pasada, yo creo que hay dos cosas que cambiaron y que fueron muy importantes, que da una especie de oxígeno al ambiente político brasileño.
De un lado el cambio que hubo en la coyuntura política internacional por las reacciones que fueron hechas en Estados Unidos a la muerte de George Floyd. La rebelión popular negra y de la juventud norteamericana que se propagó por todos los continentes del mundo, esto fue un aire bueno. Y esto llegó también a aquí a Brasil y fue combinado con la decisión de las hinchadas organizadas de fútbol de ir a las calles a protestar contra las amenazas de golpe.
Entonces nosotros tuvimos manifestaciones importantes, corajudas en todos los Estados brasileños, en las principales ciudades, no fueron masivas pero sí tuvieron la presencia de gente del movimiento negro muy importante, entonces no se restringieron a las superestructuras sindicales y de las organizaciones políticas, y esto representó un oxígeno. Voy a hacer una metáfora macabra, cuando el enfermo está muy mal cualquier cosa que mejora despiertas mucha esperanza en la gente.
Entonces, este oxígeno hizo que Bolsonaro inmediatamente cambiara de posición, tuvo una semana de estadista, no dijo ningún nombre feo o palabra vulgar en la televisión, no tuvo ningún ataque histérico, esta semana se presentó de estadista.

 

DM: ¿Y cuál es el verdadero?

PASJ: No es el verdadero, Bolsonaro es muy bueno para recular, él avanza, lo que yo dije el otro día aquí pero no supieron traducir la palabra al español, cuando juegas un juego de azar a veces haces, en portugués se dice (...) haces como si tuvieras una carta que no tienes. Bolsonaro es el campeón de hacer esto, pero si uno dice, bueno, muestre la carta y ahí él va para atrás.
Entonces, esto demuestra que si el pueblo no está en la calle Bolsonaro avanza, pero si está en la calle esto lo detiene. No resuelve la crisis estructural que es mucho más profunda y más grave pero por lo menos descarta a corto plazo la posibilidad de una aventura brutal miliciana. Porque lo que la gente en Uruguay tiene que entender es que Bolsonaro es un paramilitar, es un bandido, entonces él habla de muerte, de matar, pero tiene que ser frenado. Y yo creo que en el corto plazo está frenado.

 

DM: Ese camino que veníamos visualizando en las charlas contigo, de un auto golpe o un impeachment (juicio político), un camino casi que sin retorno, una especie de circuito cerrado se detuvo. Ahora en este momento está en quietud, no se ha avanzado ni ha retrocedido, en ese plan tanto de Bolsonaro como de la Justicia por poner dos actores fundamentales.

PASJ: Mira, la Justicia claro que, cuando Trump se debilita, cuando es menos probable que Trump sea reelegido cuando el establishment norteamericano reacciona (...) pero reacciona de manera los estoy escuchando, les voy a dar algo. Esto, para Brasil que es una colonia, y para los militares brasileños que están muy, muy relacionados con los americanos, y los militares americanos reaccionaron muy bien allá contra Trump. Entonces esto todo se escucha, aquí todos dicen sí a lo que pasa allá.
Entonces, esto dice, en el escenario internacional no nos va bien, la gente fue a la calle, los de Bolsonaro también fueron y la proporción fue por lo menos 1 por 50, 1 de Bolsonaro por 50 nuestros. Entonces esto lo desmoraliza un poco porque a la hora de la pelea la gente de Bolsonaro tergiversa, porque la verdad es que ahí Bolsonaro tiene base miliciana, tiene base en la gente de abajo de la policía militar, pero no tiene base social. Su base social son unos riquitos de mierda, perdón.
Entonces, si la gente, si va la hinchada del Corinthians, del Santos, esta gente lo mira, hay videos que muestran a la gente de Bolsonaro caminando a la manifestación y llega la hinchada de Corinthians, una mujer entró en pánico y gritaba al marido, "¡Vamos, por favor, que llegó la gente del Corinthians!"
Ellos no tienen la fuerza social para ocupar las calles. Entonces, esto da un alivio.
El Judiciario y el Legislativo percibieron esto y adelantaron algunos peones. No es imposible, hay que ver, con esta pequeña base de apoyo, que le den con jaque mate.
Para terminar, Diego, la policía, el establishment político está en una situación compleja, ellos saben que no tienen moral para derrumbar a Bolsonaro sin la gente en la calle.
Al mismo tiempo ellos tienen pánico de la gente en la calle, entonces ellos quieren regular a la gente en la calle, tiene que haber pero no mucha. Y en esto se está

 

DM: Este fenómeno de las hinchadas de fútbol movilizadas, es un fenómeno muy sorprendente porque uno tiene la sensación o la lectura de que las hinchadas están despolitizadas, que están fuera de las discusiones político-partidarias y también político-económicas, casi que son transversales desde ese punto de vista. O sea, hay varios estratos sociales pero sobre todo hay un sentimiento hacia el fútbol o hacia la institución, muchas veces asociado al negocio, bueno, incluso hasta alguno se asocia con el narcotráfico. ¿Cómo se puede entender esta participación en política poniendo en la calle a miles de personas de las hinchadas organizadas de fútbol? Tú me hablabas de Corinthians que es una hinchada además de las más conocidas, de las más grandes, la de Flamengo también en Río. ¿Cómo se puede entender este fenómeno, desde el punto de vista político, tratando de no caer tampoco en una idealización del escenario?

PASJ: Sin duda, bueno, tendremos que hacer muchos estudios e tesis para entenderlo, porque no es fácil de entender, estoy de acuerdo. Las hinchadas son organizadas, son muy complejas, en el caso de Corinthians hay que ver la influencia que tuvo Sócrates, el jugador de fútbol. En la dictadura él hizo un movimiento de democracia corinthiana.
Y con esta figura de Sócrates hay una parte de la hinchada que son (...) de los organizadores. Y ellos me dicen que en la organización pidieron a la gente de los partidos como el PSOL (Partido Socialismo y Libertad) o el PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado) que no llevaran banderas. Dijeron, mira nada en contra de que ustedes lleven las banderas, el problema no es con ustedes, el problema es que si ustedes llevan, el PT (Partido de los Trabajadores) va a llevar. Y si el PT lleva a la mayoría de los hinchas no les va a gustar porque la mayoría votó a Bolsonaro, para que vean cómo es de confusa la cosa.
El problema es que el desempleo golpea de manera durísima, el problema del hambre ya está en las favelas, cuando uno conversa con la gente que está ahí te dicen, no es que el hambre va a llegar, el hambre ya está. Entonces, esto moviliza a la gente y hay una decepción muy grande con Bolsonaro en las capas populares, equivalente a la decepción que tuvieron con Lula.
Entonces, en realidad incluso los asocian, Lula nos engañó y Bolsonaro también. Esto es lo que explica por qué ellos van a las calles. Pero que sin duda no es una solución y que falta una organización política mayor, más madura, no hay duda alguna

 

María de los Ángeles Balparda: Bien.
Con respecto al tema del coronavirus en sus dos caras, por un lado el tema de la enfermedad y el manejo de la información que hace concretamente Bolsonaro y el gobierno que están planteando no decir las cifras o decirlas tarde para que no llegue a la hora de los informativos. Salud Pública que sí dio a conocer y que dicen que hay allí una puja interna en el gobierno por dar a conocer las cifras, la prensa también que ha hecho algún aporte en este sentido. Y la cara económica, porque por lo que sabemos ya se empieza a retomar la actividad laboral y de producción.
¿Cómo lo manejan eso, Plínio?

PASJ: Bueno, caminamos para un desastre, un genocidio sanitario, porque la curva del coronavirus en Brasil es ascendente, está creciendo. Y en este momento, por presión económica, estamos abriendo la economía, lo que va a potencializar lo que ya se llama muy grave.
La política sanitaria del gobierno es esconder el problema.
Ángeles, no es sólo en la cosa sanitaria, la política del gobierno es esconder todas las informaciones. Por ejemplo, yo consulto las informaciones de economía el Banco Central, del Tesoro Nacional, había mucha tranquilidad, mucha facilidad para hacer esto, pero ahora es una tortura porque esconden los datos, no tienen, ponen alertas como que es un sitio peligroso que puede romper la computadora. Ahí yo pensé, ¿cómo peligroso si es el Banco Central? Entras y no pasa nada.
Entonces, la política del gobierno es, hacer el trabajo sucio y meter toda la mugre por debajo de la alfombra, esta es la política clarísima.
Esta semana los datos volvieron a ser divulgados por decisión de la Justicia, la Justicia obligó al gobierno a hacer esto. Pero con todo esto la verdad es que el gobierno se está desmoralizando aceleradamente, muy aceleradamente, no tendría cómo ser de otra manera y el proceso tiende a agravarse porque las muertes ahora van a empezar a crecer

 

MAB: Claro, dicen algunas de las noticias que hay militares que huyen de Bolsonaro por este intento de autogolpe pero me imagino que otros no huirán, habrá otros que sí quieren quedarse o habrá otro actor político que quiera tomar la batuta...

PASJ: Mira, Ángeles, el gobierno de Bolsonaro es un gobierno que junta milicianos de ultraderecha con oportunistas de todos los matices y bandidos de ocasión.
Entonces, en estos hay militares que están ganando plata, que están haciendo negocios, pero la institución militar como un todo todavía no entró y nadie sabe muy bien si va a entrar o no. Mi opinión personal es que la institución de los militares brasileños es una institución muy disciplinada a la voluntad de la burguesía.
Si la burguesía le da luz verde, entra, si no le da luz verde yo creo que no entra. Y la burguesía brasileña tergiversa, ni da luz verde para el golpe ni da luz verde para la deposición de Bolsonaro.
A ella, por ahora, le conviene lo que está pasando. Claro que esto es un riesgo porque hay un momento en que esto queda insostenible

 

MAB: Sí, claro.
Bueno, Plínio, tendremos que seguir atentamente lo que suceda día a día ¿no? Nosotros te agradecemos mucho por este tiempo

PASJ: Soy yo el que agradezco, y les digo a los oyentes que estoy hablando ahora mirando a la gente porque no es por teléfono, es por Zoom. Es muy bueno reencontrar a Diego y encontrar a Ángeles firmes y fuertes ahí dando conversa buena al pueblo uruguayo. Muchas gracias

 

MAB: Lo mismo nos pasa a nosotros contigo, que además sabemos que estabas en una reunión, saliste, ahora estás en esto, muchas gracias Plínio

PASJ: Muchas gracias, buena suerte y cuídense bien

 

MAB: Igualmente.
Plínio de Arruda Sampaio Jr., entonces, con la 36 desde San Pablo.