NEGOCIADOS Y VACUNACIÓN TRUCHA EN BRASIL: “PARA MÍ ES UN CRIMEN QUE LLEGA A SER DE LESA HUMANIDAD”
Contacto con el Dr. Jair Krischke desde Brasil, 22 de febrero de 2021

En estos días se ha denunciado desde Brasil que en varios lugares se inyectan vacías las vacunas contra el Covid-19 a los adultos mayores, en medio de una situación crítica, en un país que registra al menos 1.000 fallecimientos por día. “Acá en Brasil le llamamos ‘la vacuna del viento’. Es triste, lamentable”, dijo el Dr. Jair Krischke en su contacto quincenal con Radio Centenario. Comentó que lo más grave es que no se investiga a dónde fueron a parar esas dosis que no se dieron. Esta es una “accionó en dolo, se debería saber, la policía debería investigar a dónde fueron a parar” pues “probablemente fue comercializada, la vendieron por mucha plata”. Incluso agregó que se ha desarrollado una especie de ‘turismo de vacunación’ aunque no estén autorizados, pagan y hacen esas excursiones para que los vacunen. “Es algo muy grave” porque “estamos frente a una pandemia” y “se aprovechan para a través de eso obtener ganancias”. Para mí –subrayó- “es un crimen que llega a ser de lesa humanidad”. Transcribimos esta nota que usted puede volver a escuchar aquí:
https://archive.org/details/2021-02-22-jair-krischke-brasil

Hernán Salina: Estamos recibiendo a Jair Krischke del Movimiento Justicia y Derechos Humanos de Brasil, en esta comunicación que hacemos cada 15 días con él desde Porto Alegre.
Jair, buen día, gracias por estar con nosotros una vez más.

Jair Krischke: Muy buenos días, para mí es un gusto estar con ustedes y con nuestros oyentes.

 

HS: Jair, queremos ir a actualizar la política contigo, este episodio de la detención del diputado Daniel Silveira que veíamos en la prensa brasileña que va a continuar preso, según se ha confirmado.

JK: Sí, así dice el ordenamiento jurídico de Brasil porque la Suprema Corte decreta la prisión, pero la Cámara de Diputados tiene que examinar, y luego mantener la prisión o liberarlo. La Cámara de Diputados votó por mantener la prisión, por trescientos y tantos votos, nada más que el mínimo necesario.
Es un hecho muy interesante porque este Diputado, que en verdad es un expolicía militar, un típico miembro de este grupo que apoya a los Bolsonaro -Bolsonaro papá y Bolsonaro hijos- que son los milicianos, esta gente que es más criminal que policía; él tipo este en un determinado momento dice cualquier barbaridad que uno pueda imaginarse a los Ministros de la Suprema Corte. Pero algo realmente muy grave y además atenta contra la propia Constitución, porque pide que se cierre la Suprema Corte.
Entonces es un tipo bolsonarista clásico, de un discurso extremamente violento, y que antes era uno de los que financiaba las manifestaciones en Brasilia pidiendo el cierre del Congreso Nacional, intervención militar con Bolsonaro, etc.
Muy interesante ¿no? Este es el tipo.

 

HS: ¿Dijiste era policía militar él?

JK: Sí, señor. Y te digo así, si examinás la carpeta de este tipo policial militar tenía 60 sanciones en poco tiempo, 80 días de cárcel disciplinaria por su comportamiento como policía militar. Esto en Brasil es muy raro, porque la impunidad entre los policías militares es muy grande, este tipo logró esta situación, 60 sanciones y 80 días de cárcel.
Esta es la foto del tipo, además antes de ser policía militar, trabajaba en ómnibus, era quien cobraba el boleto en el ómnibus, y la empresa que trabajaba lo encausó porque no iba a trabajar y llevaba una justificación médica falsa. Entonces tuvo que responder a una causa por falsedad. El tipo es como la gran mayoría de la gente que apoya a Bolsonaro.
Entonces ahí viene la cosa.
¿Cómo dio la Suprema Corte?
La propia Suprema Corte determinó su prisión, porque lo resolvió el ministro Alexandre de Moraes pero luego pasó al pleno de once Ministros y los once Ministros de la Suprema Corte mantuvieron la prisión.
Entonces al Parlamento le tocaba decir si se mantenía o no esa prisión.
Esto es muy interesante porque uno de los Ministros, el veterano ministro Marco Aurelio Melo, cuando estaba dando su voto, al terminar, al final, las últimas palabras con una sonrisa muy irónica dijo: “Ahora toca a la Cámara de Diputado decidir”. Muy interesante esto.
Y la Cámara de Diputados que tiene una gran cantidad de Diputados que están en causas en la Suprema Corte, entendieron muy bien el mensaje y trataron de echar a este tipo. Porque acá en Brasil a los Diputados que no importan los llamamos ‘bajo clero’ y este tipo ni al ‘bajo clero’ pertenece. Es un cuerpo extraño dentro de la Cámara de Diputados, no les costó nada echarlo.

 

HS: ¿El hecho de la cárcel fue estrictamente por sus dichos contra el Supremo Tribunal Federal?

JK: Y también por atentar contra el Estado Democrático de Derecho, promover el cierre de la Suprema Corte y del Parlamento, el Congreso Nacional.
Ahí es interesante porque la Suprema Corte utilizó para esto la Ley de Seguridad Nacional, que es una ley de la dictadura -nunca logramos cambiarla, con todo el esfuerzo que hicimos durante todos estos años, nunca logramos- que sigue vigente en Brasil.
En base a esa Ley de Seguridad Nacional que es de la dictadura, lo encuadraron en tres artículos, porque ahí a la Suprema Corte le interesaba que no se pueda utilizar ninguna forma de disminuir la prisión, entonces él tiene que permanecer preso.
En Brasil se dice fianza, pagar una fianza, una cantidad de plata.

 

HS: Sí acá también.

JK: Ahí está. Entonces, según la Ley de Seguridad Nacional no cabe fianza, entonces sigue preso.
Eso es lamentable, a mí me gustaría mucho que esta Ley de Seguridad Nacional no existiera más, pero la Suprema Corte no tuvo ninguna dificultad en aplicarla.

 

HS: La detención de este hombre, Jair, ¿no le trae problemas en la interna a los Bolsonaro?

JK: No, porque Bolsonaro -que muchas veces parece un tonto- no es tan tonto para no entender que se tiene que despegar del tipo. Porque Bolsonaro hasta el día de hoy -Bolsonaro o sus hijos, porque están muy vinculados- no dijeran nada, ni una palabra, ni que sí ni que no.
El presidente de la Cámara de Diputados tuvo una reunión rápida con Bolsonaro, para decirle: ‘no te metas en el tema, quedate lejos del tema’. Y Bolsonaro entendió perfectamente, porque es un desgaste total, entonces lo dejaron, entregaron el tipo al demonio, que se vaya.

 

HS: Jair, para ir a otro tema que nos interesa, vemos en la prensa brasileña que Brasil está pidiéndole plata al gobierno estadounidense de Joe Biden, dentro de una discusión del tema medioambiente para combatir la deforestación, según dice la prensa brasileña.

JK: Sí señor.
Te digo así: entre las barbaridades que hace y dice Bolsonaro tiene una posición siempre de apoyo a la invasión de tierras en la Amazonia, protección a esta gente que causa perjuicios ambientales bárbaros; y de repente empezó -por críticas que recibió de Francia, de Alemania, de Bélgica-  empezó a decir cualquier barbaridad, incluso ofendió personalmente a la Primera Ministra alemana.
Entonces, hay un fondo especialmente para el Amazonas y entonces Alemania dijo: -si es esta la posición de Brasil, no voy a permitir que sigan estas barbaridades en el Amazonas, suspendemos la financiación.
Y lo mismo pasó con Estados Unidos.
Es muy interesante, Estados Unidos bajo el gobierno de Trump, entre comillas “muy amigo” de Bolsonaro -según Bolsonaro por supuesto- dijo lo mismo: -No, se termina, no se puede seguir financiando, porque no hay una correspondiente acción de protección a la Amazonia.
Ahora el gobierno de Brasil pide plata para seguir los proyectos de protección al medioambiente en esta región.
Y entre tantas locuras brasileñas, difíciles de uno entender, hay un grupo que administra el tema del Amazonas, el tema ambiental de la Amazonia; grupo que lo dirige el Vicepresidente, el general (Hamilton) Mourao. Entonces pese a la manera bastante distinta que piensa Bolsonaro sobre el medioambiente, este señor General parece que tiene más lucidez, y es a través de él que se está implementando este pedido de financiación.

 

HS: Claro, Estados Unidos mandó a John Kerry que es como el Delegado Especial de Cambio Climático del gobierno, el que fue secretario de Estado con Barack Obama.

JK: Sí, claro, es un tipo que conoce mucho el tema.
Porque es un tema complicado, la Amazonia tiene características muy particulares. Entonces no es para cualquiera tratar el tema.
Este es un tipo muy competente, sabe, se puede tener una excelente conversación con este general, porque hablando de General y Amazonias, acá en Brasil los militares se sienten como los mejores y mayores conocedores del tema Amazonia. A ellos les importa mucho, pero en verdad tienen una visión muy equivocada.

 

HS: Lo último que queríamos comentar contigo esta semana, Jair, tiene que ver con una noticia insólita podríamos decir, que es el hecho de que se acusó a enfermeras en Río de Janeiro, de inyectar aire a adultos mayores en vez de aplicar la vacuna contra el Covid-19.

JK: Acá en Brasil le llamamos ‘la vacuna del viento’.
Triste, lamentable, pero es esto y no fue solamente en Río de Janeiro, en varias localidades pasó esto.

 

HS: Es cierto, en Petrópolis estamos leyendo.

JK: Sí, en Petrópolis pasó esto, en Goiás pasó esto, en Minas Gerais pasó esto, pero no se dice a dónde fue a parar la vacuna. Porque hay controles mínimos, pero ¿a dónde fue la vacuna, a dónde fue a parar?
En Río de Janeiro hay una enfermera que la policía hizo una investigación y ya la está denunciando al Ministerio Público, ella declaró que estaba exhausta, muy cansada porque es mucho trabajo, y que de repente se equivocó, pensó que había inyectado y no...
Pero no, accionó en dolo, se debería saber, ahí la policía debería investigar muy centradamente a dónde fue a parar. Probablemente fue comercializada, la vendieron por mucha plata, probablemente es eso y fue en varios locales.

 

HS: Nos contaba un compañero en Río de Janeiro, que se ha dado una especie de turismo de vacunación, que salen ómnibus a vacunarse en otras localidades aunque no estén autorizados, pero pagan y hacen esas excursiones para que los vacunen, por ejemplo.

JK: Sí, señor.
Es increíble, porque es algo muy grave.
Estamos frente a una pandemia donde la gente, toda la gente, está desesperada por una vacuna que parece ser la única salida para enfrentar esto… Entonces hacer un comercio de esto, porque claro hay este turismo de vacunas a un precio bastante alto, es aprovecharse de una situación terrible, se trata de vidas, es de esto que se trata. Se aprovechan para a través de eso obtener ganancias.
Para mí es un crimen que llega a ser de lesa humanidad.

 

HS: Jair, tenemos que ir cerrando mandándote un abrazo desde el sur, el deseo de que te sigas cuidando, que marche bien la salud y hasta la próxima.

JK: Hasta la próxima, muchísimas gracias, como siempre un gusto en participar con ustedes, un fuerte abrazo.