24 de octubre de 2007

 

MENSAJE DE LA 36

 

PRÓXIMA ASAMBLEA POPULAR TERMINAL GOES
“El miércoles 31 a las siete de la tarde dos actos, el del gobierno y el PIT CNT, y por otro lado el de la Asamblea Popular”

 

El miércoles 31 de octubre la Asamblea Popular se reunirá en la Terminal Goes, para analizar la situación política, económica y social a la vez que volver a juntar fuerzas en tiempos donde el pueblo debe andar junto y solidario sin perder la esperanza en la lucha.
El gobierno progresista también realizará un acto de festejo por los tres años del triunfo electoral.
Dos actos el mismo día y a la misma hora, de un lado la Asamblea Popular, del otro el oficialismo.
De una parte señalando las difíciles condiciones de vida que debe soportar el pueblo trabajador. Del otro señalando los logros y beneficios a favor de la gran burguesía y la elite gobernante.
Por eso es importante participar en la Terminal Goes porque hay motivos más que suficientes desde la última oportunidad que nos juntáramos en el barrio de La Teja.
Hoy se conocen los motivos por los cuales fue inducido a renunciar al Tribunal de Conducta el General Don Víctor Licandro.
También se ha conocido la “Reforma Brovetto”, un engendro sobre la enseñanza peor que la “Reforma Rama”.
Porque se ha sabido que el IRPF es inconstitucional según el Fiscal de Corte.
Porque es vergonzoso que el PIT CNT discuta la manera de frenar los conflictos porque ponen en riesgo la estabilidad del gobierno.
Y además debemos continuar la protesta por los aumentos de precios que pese a los anuncios de control de la inflación, la rebaja salarial ha seguido delante de manera inhumana.
Por realizarse esta importante reunión en la terminal Goes queremos en esta oportunidad historiar un poco acerca de este barrio como lo hemos hecho con La Teja.

El suplemento del diario La Juventud, La Avenida recoge un artículo de una vieja revista “Mundo Uruguayo” de fecha 1º de diciembre del año 1955 dedicado al Barrio Aguada y escrito por el Sr. Mario Martínez que nos habla de los orígenes de la Avenida General Flores, antiguo “Camino Goes”, y que a la vez nosotros reproducimos para ilustrar el barrio desde donde se instalará el miércoles 31 la próxima Asamblea Popular a partir de las siete de la tarde.

Y desde donde estará transmitiendo la radio en directo este próximo sábado de mañana y hasta medio día.

 

Hubo un camino Goes, en la mocedad de la ciudad. Venían por el camino de Goes las carretas y las tropas de ganado. Debía parecerse al actual camino de las tropas.

Hasta con las mismas arboledas, las mismas huella, las mismas pitas, los mismos silbidos, los mismos galopes. Y después la misma lentitud de la marcha, los mismos balidos, los mugidos asordados. Y de vez en cuando algún alto con fogones al margen del camino. Y mateadas con risas y cuentos. Y alguna que otra siesta, en aquellos noviembres de antes, que eran hechos con fuego de veranos anteriores. Hubo un camino de Goes que venía a morir en la Plaza de Frutos, donde ahora está la Facultad de Medicina, sino porque ahora el camino se ha dado vuelta y va de aquí para allá. Y muere por Piedras Blancas o quien sabe por dónde. Pero antes la lógica se imponía y el camino empezaba con la lógica del tropero. De allá para acá.

Ahora ya no se puede, porque habría que dar vuelta también la numeración. Y nadie entendería nada. Y sería otro buen argumento para justificar la demora en la entrega de la correspondencia. Pero volviendo a lo de Goes ya es hora de decir que Goes fue un “gallego” que se ocupó de meter ganado en nuestro país. Porque no toda la gloria ha de corresponder a Hernandarias. Y ya saldrá el Manuel de Castro que cante a Goes y el Antonio Pena que le levante el monumento que se está mereciendo.
Goes por el comienzo del siglo 17 se vino desde Santa Fé en balsa por el río Paraná, acelerado por culpa de la impetuosidad de la correntada, con un buen stock vacuno, a fin de dar principio a su idea de poblar la banda oriental con lo que habría de constituir su principal riqueza. La “industria madre”.

Un temporal le llevó la balsa a la altura del actual Carmelo y de ahí lo de arroyo de las vacas y otras referencias por el estilo que han quedado en la nomenclatura geográfica del lugar.
El camino Goes conmemoraba tal hazaña y seguía tan poblado de vacas como la balsa del propio Goes cuando se vino de un saque a traernos su inestimable capital ganadero.

El camino Goes iba por las partes más notables de los accesos de la ciudad, iba derecho a la Plaza de Frutos, que era la llamada Sarandí, y a mitad de siglo, parte del esplendor de la Aguada que hace que se convierta en barrio de Montevideo en 1861, se lo debe a este camino que le trae el vivificante soplo de la riqueza interior de la República.

El Brigadier General Venancio Flores vino a sustituirle a Goes en la nomenclatura callejera. Cuando el gobierno de Flores en 1866 consiguió que los Guerra dueños de unos enormes terrenos al nordeste de la Aguada, los cedieran. Estos terrenos son los que en la actualidad ocupan la Facultad de medicina y el palacio legislativo. Flores los arregló de tal modo que le quedó una plaza al enorme vecindario y en esa plaza inmensa se agrandó la Plaza de las Carretas, feria, mercado, tablada, apeadero obligado, constelación de fondas y pulperías de mi flor.
Pasado el tiempo Flores se llamó la Plaza. Y con toda razón.
Y planeada la Avenida sobre el antiguo camino Goes, se le puso el nombre de aquel ex Presidente y militar de singular prestigio.
De aquel nudo de negocios nace el esplendor de Goes en ese primer tramo, el que pertenece a la Aguada, ya que de la estación de tranvías para allá, comienza el reducto.

Y hoy, decía el cronista en aquel año 1955, desde los lejanos tiempos queríamos dejar diseñado este amanecer de la hoy rutilante social y comercialmente hablando avenida General Flores.
Desde aquellas épocas del Tranvía Oriental 1880, Goes comenzó a brillar dentro de los barrios metropolitanos.    
Tuvo su tranvía igual que la ciudad, su “Tranvía Oriental” cuya modesta estación fue núcleo del actual esplendor de aquel sitio. Después el eléctrico, que abrazó ese tramo de la Aguada con Villa Muñoz, Garibaldi, Larrañaga, Industria, Reducto, Maroñas, Piedras Blancas, el Centro, la Unión.
A los veinte o treinta año, los autobuses. Ahora sobrevendrá el trolley. Y ahora General Flores, vecina de la famosa pulpería del Gaucho. Esquina de las actuales General Flores y Yatay, vive su vida propia al lado de un macizo urbano que le da categoría de calle de gran ciudad.

Si antes por el camino Goes venía la riqueza, ahora por el irreconocible camino Goes sal la ciudad al interior. La conecta con casi todo el Este ve pasar los incesantes automóviles hacia el campo de carreras de Maroñas y siente el alboroto familiar del vecindario más trabajador del mundo.
Por ese lado entraron las tropas de la patria y por ahí salieron los patriotas a defenderla. Victoriosos supieron regresar por el camino Goes.
Y no hace mucho, sigue diciendo aquel relator de 1955, por esta ruta, mañana a mañana, tarde a tarde, el carruaje primero, y el automóvil después de Don José Batlle y Ordóñez, iban y volvían por este barrio tejido con fábricas desde Piedras Blancas o hacia Piedras Blancas portando al estadista en su época de ininterrumpida lucha por el progreso institucional y social de la República.
Tal, en síntesis, el historial de este trecho de avenida, que lo abren los edificios de la Facultad de Medicina y va a entrar su guardia de arteria importantísima por los aledaños de la estación Goes, antes turbia de guardas y motores hoy llena de bullicio de los ómnibus y el público compacto que le colma las veredas noche y día.
Sin pausa alguna como en las grandes ciudades.

Pese a los relatos tan optimistas del cronista respecto al entonces Presidente José Batlle y Ordóñez en la revista “Mundo uruguayo” de 1955, otra crónica de la Revista Argentina, “Caras y Caretas” del 27 de agosto de 1904 informaba lo siguiente:
El sábado pasado hubieron de ser víctimas de un criminal atentado el Presidente de la república, Sr. Batlle y Ordóñez, su esposa la Sra. Matilde Pacheco de Batlle y Ordóñez, y sus hijos menores, Ana Amalia y Lorenzo.
Aprovechando el buen tiempo decidió el presidente efectuar un paseo por los alrededores de la ciudad. Los paseantes tomaron la calle 18 de Julio y la siguieron hasta encontrar el Camino de los Corrales y a poco de andar se tomó un breve descanso. Emprendieron el regreso por el camino de Goes y al llegar a la altura del Camino Larrañaga se produjo la explosión. La señora del presidente y sus dos hijos sufrieron una emoción intensa. Desde la casa de la calle Goes 366, se manejó el aparato que determinó la explosión, según se pudo comprobar por las excavaciones que practicaron los bomberos.
La policía y el Juez Doctor Pastor trabajaron infatigablemente habiendo efectuado numerosas detenciones de personas que se cree están comprometidas en el hecho. Uno de los culpables, un sujeto llamado Di Trápani, está en manos de la Justicia.  

Goes debe ser el punto de concentración de trabajadores, estudiantes, jubilados, desocupados, amas de casa, y sectores populares en general para fortalecer la Asamblea Popular en su objetivo principal de unir a la izquierda en una propuesta de lucha que combata el escepticismo y la apatía y a la vez denuncie y contribuya a concientizar.

La Asamblea Popular se ha ido consolidando a través del tiempo de manera firme y paciente, en tiempos donde la desmoralización y desconfianza en los demás capeaba, varios sectores de izquierda y dirigentes sociales comenzaron a reunirse y convocar de manera amplia a militantes y simpatizantes de izquierda.
A medida que el rechazo al gobierno progresista se fue extendiendo el espacio de la Asamblea Popular se ha visto acrecentado y multiplicado.
Hay quienes se apresuran motivados por la necesidad de toma de decisiones que se adelantan en la teoría y en el pensamiento, pero cuyos pasos prácticos no son tan rápidos de dar como en el plano abstracto e individual.

La Asamblea Popular tiene un destino de grandeza política y de enorme responsabilidad compartida entre todos y por tanto no se trata de decisiones en el papel o alrededor de una mesa entre ocho o diez compañeros, por capaces y representativos que estos sean.

La Asamblea Popular no puede y no debe ser un simple acuerdo electoral y en cambio debe pensarse en una gran base social que dispute en el plano sindical, estudiantil, y cultural los aspectos de dirección, orientación política e ideológica al conjunto de los grupos mayoritarios del progresismo.

Hay que pensar en un tiempo que de vuelta la pisada actual, donde la Asamblea Popular, no ha logrado crear fuerzas organizadas suficientemente importantes y decisivas que permitan decir que se cuentan con “fuerzas propias”.

La Asamblea Popular es capaz hasta el momento y por ahora de sostenerse en el tiempo cosa de por sí importante, de reunir gente en la calle o en una plaza, contra el imperialismo, la mal gestión del gobierno, o la carestía.
Pero desde el punto de vista de los aspectos sociales de estrategia y táctica, la mayoría de los militantes de la Asamblea Popular se ven arrastrados y van a la cola de las políticas del “oportunismo” y “reformismo” ya sea juntando firmas, haciendo marchas, Congresos del Pueblo, o participando en debates oficialistas de la enseñanza, la salud, o la cuadratura del círculo y en definitivas para darle validez con su presencia a la política a favor de la burguesía del oficialismo en todos los aspectos.

De que valdría una Asamblea Popular “con rancho aparte”, si desde el punto de vista del trabajo práctico le juntamos votos a los mismos de siempre, ya sea juntando firmas en la lucha antidictatorial para los mismos que cuando la dictadura apoyaron los comunicados 4 y 7.
La Asamblea Popular debe ser como las estrellas del firmamento: tener luz propia. Y no como los planetas muertos que reflejan la luz de otras estrellas.

Siguiendo la política y la táctica de los partidos y sindicatos en el Gobierno progresista lo único que se puede conseguir es confundir a la militancia y sectores del pueblo. Cuando nuestra labor debe ser esclarecedora de denuncia constante del engaño al que el pueblo es inducido en su buena fe, por dirigentes políticos y sindicales que gobiernan en contra del pueblo y a favor del imperialismo y la gran burguesía.

La mayoría de los partidos de izquierda que integran la Asamblea Popular vienen  de una misma experiencia en común respecto a marchar junto a ciertos ejes administrativos y orgánicos de los últimos treinta o cuarenta años. Por tanto es más fácil contradecir al gobierno en el discurso, que tomar distancia de la práctica política de los hombres e instituciones del gobierno.
Separar ambas cosas no será fácil, no lo es para el pueblo, ni para la militancia y al parecer tampoco lo será para las organizaciones políticas en razón del peso y compromiso de sus militantes de base.
Durante años se a trenzado acuerdos electorales en los sindicatos, cooperativas de viviendas, etc, que si bien permiten que unos y otros debatan a favor y en contra de las políticas del gobierno a la hora de actuar orgánicamente cierran filas con la línea mayoritaria y por tanto con el oficialismo.

Habrá que decidir, en algún momento, entre seguir siendo cola de león, o comenzar a ser cabeza de ratón, y esa es una decisión a esta altura que por lo menos debería comenzar a pensarse seriamente.
La Asamblea Popular no la caracteriza únicamente su crítica a la política del gobierno.
También la derecha burguesa es crítica a ciertas cosas del gobierno que tienen que ver con su interés electoral.
La Asamblea Popular debe caracterizarse fundamentalmente por su propuesta que no puede ser la misma que la del oficialismo, juntar firmas para derogar la ley de impunidad, hacer marchas desde el interior a la capital con gente de la capital, protestar por la ley Brovetto de la enseñanza después de haberle hecho quórum para decir que es participativa, etc.
Ser de la Asamblea Popular tendrá que implicar en su momento ser crítico a las políticas oficialistas, pero además tener línea propia en todos los planos de la vida, política, económica, cultural, social, sindical, y por último organizativa.
Nosotros los de la Asamblea Popular no podemos ser como los del Partido Demócrata en los Estados Unidos, que critican al Gobierno de Bush, por los impuestos, por la desocupación, por las políticas sociales, por la guerra, pero después le apoyan en el parlamento los recursos financieros para mantener al ocupación en Irak y Afganistán.

Los partidos de gobierno comunistas, socialistas, tupamaros y demás son coherentes, por que estando en el gobierno le dan respaldo con sus sindicatos, sus medios de prensa, sus intelectuales, sus profesores universitarios y maestras de escuela, sus actores de teatro, sus periodistas, sus dirigentes estudiantiles, sus dirigentes sindicales y sus murgas del carnaval.
Esta es una línea conductora coherente y bien definida para todo el pueblo.
En cambio desde el punto de vista de la Asamblea Popular cual es la coherencia en esos mismos planos la gente nos ve críticos y con un cartel de antioligárquicos y antiimperialistas, pero después confundidos haciendo las mismas idénticas cosas que todos ellos en nuestra práctica social.

Un día la izquierda debió sostener su discurso para ser creíbles tomando distancia del proceder, el estilo de vida, y los ámbitos de la derecha.
Pues ahora más importante que de “cuando nos vamos” o “cuando nos quedamos” de aquí o de allá, es diferenciarse en todo, no solo en el “biru biru”, sino en la práctica social y fundamentalmente en eso.
Que nadie nos ponga a nuestros compañeros de base a trabajar para juntar votos para ellos desde ya.

Hemos dicho esto con todo respeto y sin implicar a nadie en estas reflexiones salvo a nosotros mismos, y por tanto pueden tomarse como propias del periodismo.
Pero eso si venga de donde venga a nosotros no nos entretienen más con plebiscitos y referéndum para juntar votos para cuatro vivos, que después de ocupar sus bancas y sus cargos de gobierno se ríen de la voluntad del pueblo y mandan a sus “segundones” a seguir juntando firmas para entretener al pueblo ingenuo y confiado.
Y como estamos convencidos de ello, él mantenernos en silencio, nos convertiría en cómplices de quienes pretenden utilizar las mismas herramientas que la vez pasada para comenzar desde ya a juntar votos para sus partidos de gobierno.

EL GENERAL DON VÍCTOR LICANDRO ACABA DE DARNOS UNA LECCIÓN NO SOLO DE DIGNIDAD, SINO TAMBIÉN DE PROCEDIMIENTO.

ENTONCES NOSOTROS PREGUNTAMOS.
¿SE PUEDE ESTAR EN EL GOBIERNO Y A LA VEZ HACERLE HUELGAS AL GOBIERNO?
¿SE PUEDE COBRAR LOS SUELDOS DEL GOBIERNO Y SALIR A JUNTAR FIRMAS CONTRA LA POLÍTICA DEL GOBIERNO?
¿SE PUEDE ESTAR PREPARANDO LA REELECCIÓN DE ESTE GOBIERNO Y A LA VEZ, CRITICANDO LAS MEDIDAS QUE TOMA EL GOBIERNO?

SI USTED CONSIDERA QUE NO.
¿PUES ENTONCES QUÉ HACE USTED, COMPADRE?
JUNTANDO FIRMAS, HACIENDO MARCHAS, Y REUNIÉNDOSE EN UN NUEVO CONGRESO DEL PUEBLO, O DE LA ENSEÑANZA CON LA MISMA GENTE QUE PARTICIPA Y DA RESPALDO AL GOBIERNO?