El Dr. Hussam Abu Safiyapediatra y director del último hospital más importante –Kamal Adwan-en Beit Lahiya, al norte de la Franja de Gaza, fue detenido por la fuerza el viernes 27 de diciembre durante el asalto e incendio del centro médico, y su destino aún es desconocido.
Organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, funcionarios como Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre los territorios palestinos, y el exlíder laborista británico Jeremy Corbyn, son algunas de las voces que se han unido a la campaña por la liberación del destacado médico palestino cuya firmeza le ha convertido en héroe.
Las últimas imágenes conocidas del médico palestino lo muestran con su bata blanca, caminando sobre los escombros del propio hospital rumbo a dos tanques israelíes, segundos antes de ser arrestado. Las imágenes se han hecho virales en redes sociales, donde usuarios resaltan la valentía de quien se negó a abandonar a sus pacientes y asumió hasta las últimas consecuencias.
Varias organizaciones afirman que esta detención se asemeja a lo ocurrido en abril con el prestigioso Dr. Adnan al-Bursh, médico cirujano del hospital Al-Shifa de la Franja que fuera torturado hasta morir en el mes de abril del presente.
El Dr. Hussam Abu Safiya – de 51 años -es pediatra destacado dentro del sistema sanitario gazatí. Posee un máster y un certificado palestino en Pediatría y Neonatología.
Su familia fue desplazada de la ciudad palestina de Hamama, Ashkelon, durante la Nakba de 1948. Él nació el 21 de noviembre de 1973 en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte del enclave.
El ensañamiento de los soldados con el médico se asocia a las múltiples órdenes de evacuación del hospital rechazadas y enfrentadas por Safiya tras el inicio de su mayor operación de limpieza étnica en el norte gazatí desde octubre de 2023, a partir del 5 de octubre del presente.
Mientras bombardeaba constantemente los barrios y campamentos, cortaba el suministro de alimentos y agua, provocando el desplazamiento de cientos de miles y la muerte de casi 4.000 palestinos, sin contar los que aún están bajo los escombros.
El centro médico dirigido por Safiya corrió igual suerte. Sus servicios de oxígeno, agua, electricidad y almacenes fueron atacados diariamente durante más de 84 días, crímenes que el médico expuso y condenó mediante vídeos en sus redes sociales y en llamados a los organismos de derechos humanos.
Como represalia por su negativa de evacuar a los pacientes, los soldados asesinaron a su hijo Ibrahim mediante el ataque de un dron cuando este se encontraba en la puerta del hospital. Safiya dirigió las honras fúnebres para su hijo y lo enterró cerca de un muro del patio del centro, para tenerlo cerca de sí, según declaró.
El 23 de noviembre fue severamente herido por un dron israelí, junto a otros de sus colegas. «Me hirieron en mi lugar de trabajo, y eso es un honor. Mi sangre no es más valiosa que la de mis colegas o la de las personas a las que servimos. Volveré con mis pacientes en cuanto me recupere. Esto no nos detendrá», afirmó frente a la cámara de Al Mayadeen.
«Me negué a abandonar el hospital y a sacrificar a mis pacientes, por lo que el ejército me castigó matando a mi hijo», dijo a la prensa.