Un juez de Bolivia declaró en «rebeldía» y ordenó la detención del expresidente Evo Morales, por no presentarse por segunda vez a una audiencia dentro de la investigación que se le sigue por el supuesto delito de trata de personas.
La medida fue tomada por el juez de Instrucción Penal, Anticorrupción y Contra la Violencia hacia la Mujeres Quinto de Tarija, Nelson Alberto Rocabado. El magistrado, de acuerdo con la agencia ABI, también dispuso congelar sus cuentas bancarias y la anotación preventiva de sus bienes.
Morales no atendió el llamado judicial, alegando un delicado estado de salud. No obstante, su abogado Jorge Pérez dijo que «nunca notificaron» a su defendido.
El exmandatario es investigado por el presunto delito de trata de personas con agravante, por supuestamente haber mantenido una relación íntima con una adolescente en 2015, cuando aún ejercía la presidencia de Bolivia.
Tras haber sido declarado «en rebeldía» por un juez que también ordenó su detención, el expresidente boliviano Evo Morales aseguró que esa declaración «ya estaba redactada antes de la audiencia» de este viernes por una causa que se le sigue por trata de personas, a la que no compareció porque, según dijo su defensa, presentaba un cuadro delicado de salud.
Aseguró además que quienes lo señalan de los delitos de trata y tráfico «están acusados de ser los verdaderos autores de esos crímenes», pero no han sido investigados.
Reclamó asimismo que en su caso, como no se pudo «probar un delito», le «inventaron otro», al tiempo que acusó a jueces y fiscales de no respetar «el debido proceso y la presunción de inocencia».
Morales denunció que la Justicia le estaba persiguiendo y condenando «en tiempo récord» y sindicó al estamento judicial de actuar «como en tiempos de la inquisición: sin pruebas» y solamente a partir de «convicciones subjetivas». «Mis acusadores no buscan justicia, quieren proscribirme y eliminarme ante las próximas elecciones presidenciales de Bolivia», completó.