ONU denuncia que Israel usa ayuda humanitaria como método de guerra

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declara “alarmante” el nuevo bloqueo impuesto por Israel a la entrada de ayuda en la Franja de Gaza.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió ayer  domingo a Israel  la reanudación de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza tras la suspensión declarada esta misma jornada.

El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, mediante un mensaje difundido este domingo en su cuenta de X, ha destacado que “la decisión de Israel de suspender la ayuda a Gaza es alarmante”.

“El derecho internacional humanitario es claro, se nos debe permitir el acceso para entregar ayuda vital para salvar vidas”, ha aseverado.

Alertó que no se puede dar marcha atrás en los avances de los últimos 42 días, en referencia a la tregua en Gaza. “Necesitamos que llegue la ayuda y que los retenidos salgan. El alto el fuego debe continuar”, ha instado.

Por su parte, la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha criticado el nuevo bloqueo a la ayuda humanitaria anunciado por Israel en una medida para forzar al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), a que acepte sus términos sobre el alto el fuego en Gaza.

De hecho, MSF avisó  que “la ayuda humanitaria no puede ser una herramienta de guerra”.

 “Israel está bloqueando una vez más el acceso de toda una población a la ayuda, utilizándola como moneda de cambio. Es inaceptable, indignante y tendrá consecuencias devastadoras”, ha lamentado la coordinadora de emergencias de MSF en Gaza, Caroline Seguin.

Conforma a MSF, aunque el número total de camiones que han entrado en Gaza ha aumentado desde que comenzó el alto el fuego, las restricciones impuestas por las autoridades israelíes a los suministros críticos están obstaculizando la respuesta humanitaria.

A su vez, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), mediante un comunicado dirigido a los mediadores y a la comunidad internacional, ha calificado como un “chantaje barato” el cierre de los cruces de la franja costera y la orden del régimen sionista de detener el flujo de insumos humanitarios al enclave, devastado por la guerra.