El expresidente francés deberá cumplir una condena firme de un año de cárcel por tráfico de influencias.
Nicolas Sarkozy deberá ingresar en prisión el próximo 21 de octubre, para comenzar a cumplir la pena firme de un año de cárcel que le fue impuesta por corrupción y tráfico de influencias, informaron este lunes fuentes judiciales cercanas al caso a medios locales.
La decisión marca un hito histórico en la política francesa: es la primera vez en más de seis décadas que un expresidente será encarcelado bajo la Quinta República.
El Tribunal de Casación, máxima instancia judicial del país, confirmó en mayo la condena contra Sarkozy, de 68 años, por haber intentado obtener información confidencial sobre una investigación que lo involucraba, a través de un juez a quien prometía un ascenso a cambio de favores.
Si bien la defensa intentó evitar la ejecución de la sentencia mediante medidas alternativas, las autoridades judiciales optaron por el cumplimiento efectivo de la pena, que podría concretarse en una prisión domiciliaria con tobillera electrónica, aunque esto aún no ha sido confirmado oficialmente.
Sarkozy, quien gobernó Francia entre 2007 y 2012, es el primer expresidente condenado por delitos de corrupción cometidos durante y después de su mandato. La sentencia fue considerada por analistas franceses como una señal de la solidez del Estado de derecho, aunque también evidencia las fracturas éticas persistentes dentro del sistema político.
El caso por el que fue condenado —conocido como el “caso de las escuchas”— no es el único frente judicial que enfrenta. Sarkozy también está implicado en otro proceso por presunto financiamiento ilegal de campaña, vinculado a fondos libios en las elecciones de 2007, así como en la causa Bygmalion, relacionada con gastos irregulares en 2012.