Human Rights Watch afirma que Israel está privando intencionalmente a los civiles de Gaza de un acceso adecuado al agua, “lo que probablemente resulte en miles de muertes”.
“Esta política, aplicada como parte de una matanza masiva de civiles palestinos en Gaza, significa que las autoridades israelíes han cometido el crimen contra la humanidad de exterminio, que aún continúa. Esta política también constituye un ‘acto de genocidio’ según la Convención sobre el Genocidio de 1948”, ha afirmado Human Rights Watch en un comunicado emitido este jueves.
En el informe de 179 páginas, HRW detalla cómo las autoridades israelíes han cortado y luego restringido el suministro de agua potable a Gaza; inutilizado la mayor parte de la infraestructura de agua y saneamiento de Gaza cortando la electricidad y restringiendo el combustible; destruido y dañado deliberadamente la infraestructura de agua y saneamiento y los materiales de reparación; y bloqueado el ingreso de suministros de agua críticos.
Tras describir la privación de agua como un acto de genocidio, el informe citó declaraciones de algunos altos funcionarios israelíes que, según dijo, sugerían que “desean destruir a los palestinos”, lo que significa que la privación de agua “puede equivaler al delito de genocidio”.
La directora ejecutiva de la institución , Tirana Hassan, ha indicado que “el agua es esencial para la vida humana, pero durante más de un año Israel ha negado deliberadamente a los palestinos de Gaza el mínimo indispensable para sobrevivir”.
“Esto no es solo negligencia; es una política calculada de privaciones que ha provocado la muerte de miles de personas por deshidratación y enfermedades, lo que no es nada menos que un crimen contra la humanidad de exterminio y un acto de genocidio”, ha añadido.
Amnistía Internacional también publicó un informe en el que se concluye que el ejército israelí ha cometido al menos tres de los cinco actos prohibidos por la Convención sobre el Genocidio de 1948 en Gaza, como asesinatos, lesiones físicas o mentales graves e imposición deliberada de condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física de un grupo protegido.