«Esto es como una profecía de que no se hacía nada porque no iba a pasar nada. Tiene que traer una reacción», sostuvo Willian Rosa, Presidente del Gremio de Fiscales y señaló que el crimen organizado «tiene identificado» a su enemigo.
Willian Rosa, presidente de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay, afirmó este lunes que «la preocupación es extrema» tras el atentado a la Fiscal de Corte subrogante, Mónica Ferrero.
«Esto es como una profecía de que no se hacía nada porque no iba a pasar nada. Tiene que traer una reacción», sostuvo Rosa quièn agregó que estas situaciones siempre puede empeorar.
«Ahora estamos en una situación de nerviosismo absoluto por parte de todos lo que componen el sistema de justicia», agregó en dialogo con Informativo Sarandí. Rosa planteó que los fiscales vienen alertando al menos desde 2020 por las vulnerabilidades de seguridad en el trabajo de los magistrados.
El fiscal explicó que, más allá de reforzar la custodia, es importante que desde el Estado se realicen tareas de inteligencia para llevar adelante la protección de los funcionarios. «Esta situación pone de manifiesto algo terrible, que es que los criminales tienen detectado quién es su enemigo», señaló.
Asimismo, sostuvo que hay que trabajar sobre la «autopercepción» de riesgo de los funcionarios, que muchas veces rechazan tener custodia porque piensan que «no les va a pasar nada».
«El problema de estas situaciones es que siempre pueden empeorar. Los escenarios que ocurren en otros países de la región son demasiado elocuentes como para que no reaccionemos», manifestó.
Sobre las 5:00 de este domingo, al menos dos personas ingresaron por el techo al patio trasero de la casa de la Fiscal de Corte Mónica Ferrero, donde descansaba con su familia. Lanzaron allí algún tipo de artefacto explosivo y dispararon al menos dos veces contra las paredes de la vivienda.
El ataque fue tomado como un hecho de enorme gravedad por parte del gobierno, el sistema político e incluso la Confederación de Cámaras Empresariales.
La investigación derivó rápidamente en la detención de un hombre y una mujer, y en la incautación de un auto y una camioneta que habrían sido utilizados por los delincuentes para desplazarse. El ataque fue preparado y no pudo ser evitado por los efectivos de la Policía Republicana que montan guardia en una garita frente al domicilio montevideano de la fiscal, explicaron fuentes del Ministerio del Interior, quienes interpretaron que el ataque no apuntó a matar a Ferrero sino a amedrentarla.